Para mi, este 2020 es de permitirme descansar y disfrutar la maternidad, teniendo días sin lograr absolutamente nada y sin sentirme culpable por eso. También es un año de permitirme parar el carro para pensar y analizar, hacia donde debo ir de ahora en más. Es que eso es lo importante, dar el primer paso hacia el crecimiento y seguir avanzando de a poco.
El COVID llegó para analizarnos todos, para cambiar y ser mejores, con la naturaleza, y con nosotros mismos.
Para mi, este 2021, está lleno de planes y sueños, que se que se van a cumplir por que estoy entendiendo que una nueva realidad se forma a partir de un nuevo enfoque, de conectarme, pedir, agradecer y estar seguro de que el Universo o Dios o Fuerza superior está trabajando conmigo hacia eso.
A escuchar a mi interior y dejar de escuchar al exterior. A confiar en que lo que quiero para mí está absolutamente disponible. Solo debo dar los pasos, sin distracción.
Mi meta se titula «UN VIAJE HACIA ADENTRO» y está disponible para todos los que vean que la vida está para vivirse y que siempre, siempre, siempre HAY una forma si queremos cumplir nuestros sueños.
No se cuando exactamente (por que necesitamos la vacuna) pero con optimismo pongamosle que de abril a diciembre, viajaré lento y pausado. De a un mes por vez. De a un país por mes.
La idea es la siguiente:
Volver a Tailandia en abril.
Conocer Indonesia en mayo.
Recorrer Filipinas en junio, Malasia en julio, Vietnam en agosto.
Tal vez China y Japón en septiembre.
Italia e Islandia en octubre.
La Riviera Maya en noviembre
Y como si fuera poco, terminar en New York para Navidad y Año Nuevo.